Hay que tener cuidado con las promesas electorales. En España nos hemos acostumbrado a no exigirles a nuestros políticos un mínimo compromiso. Todos encuentran en sus antecesores la coartada perfecta para actuar de forma contraria a lo dicho en campaña. Ahora Pablo Casado sigue los pasos de Mariano Rajoy y puede caer en el mismo …