Ha sido una de las noticias más comentadas de la semana “Ayuso crea la Oficina del Español para colocar a Toni Cantó en el Gobierno de la Comunidad de Madrid” (El País). El problema que tiene la ideología, como he argumentado otras veces, es que polariza la política e intenta justificar hechos y acciones que no son justificables.
Sí, la Oficina del Español en Madrid es otro ejemplo de chiringuito o enchufismo político, lo que prefieran. Y lo es por muchas razones. Empezamos:
- En primer lugar, y esto es de lógica simple, sino fuera un chiringuito no tendrían que explicar por qué no lo es.
- Se trata de una institución innecesaria y carente de funcionalidad social, política o económica.
- Toni Cantó es actor y en su currículum no se aprecia ninguna motivación que indique que sea la mejor persona para ocupar un cargo, aunque sea inventado para él.
A veces, la respuesta más sencilla es la más obvia.
Toni Cantó, ni el primer enchufado ni el último
Por desgracia, España está repleta de casos similares. Por ejemplo, Iñigo Errejón fue colocado en la UMA a través de una beca de investigación mientras hacía campaña por Podemos. La Junta de Andalucía, por ejemplo, tiene lo que se denomina administración paralela.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez colocó a su ex jefe de gabinete en la presidencia de Correos con 200.000 euros de sueldo e Iglesias y Montero usan de niñera a un cargo público de Igualdad por 51.946 euros, sin contar que El Ministerio de Igualdad de Irene Montero, el que más abusa de la contratación «a dedo».
En España existe un grave problema de asignación de puestos cuyo único mérito es ser “amigo de”. Esto degrada la confianza de los jóvenes en el sistema que ven como su esfuerzo y trabajo sirve de poco, muy poco o nada.
No, Toni Cantó no es el primero que enchufan y, por desgracia, no será el último.