Pablo Iglesias: El Príncipe Comunista

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El Príncipe de Maquiavelo es, probablemente, el mejor tratado de política de la historia. Para muchos, esta obra representa el punto de partida de la politología moderna. De esta obra surgió el término Maquiavelismo. Como tal, este es equivalente de astucia, doblez, cinismo y deslealtad. Todas las características que dan forma a Pablo Iglesias: el Príncipe Comunista.

Príncipe aspirante a rey, pues Pedro Sánchez todavía no se ha dado cuenta que el enemigo público número 1 de su Gobierno no es otro que su vicepresidente. Pero, vamos a los datos, al análisis y argumentos que dan forma a esta descripción.

En el año 2014, un partido, Podemos y una persona, Pablo Iglesias, se introducen de golpe dentro de la política. Usando el 15M como movimiento base, se crea la idea de un partido que tiene un único objetivo: derrocar el régimen actual. Acabar con la casta y hacer una limpieza de todo lo malo que azotaba a nuestra clase política.

Un discurso cargado de odio y falto de argumentos lanzaron a Podemos de la nada más absoluta al Parlamento Europeo y de ahí al Congreso de los Diputados. De los fundadores originales de la revolución que asaltarían el cielo, Luis Alegre, Carolina Bescansa, Juan Carlos Monedero, Tania González e Íñigo Errejón además de Pablo Iglesias, ahora solo queda este último. Poco a poco ha ido eliminando a cada uno de los que se le ha cruzado en el camino. [Astucia]

Una vez asegurado su mandato, llegó la hora de eliminar a la competencia. Así, Izquierda Unida sería una de tantas siglas que caerían en el proceso de absorción y crecimiento de del Gran Líder.

 

Pedro no fue la resistencia, solo un peón de un juego más grande

Ese es el título que le da forma a su no-libro, Resistencia por Pedro Sánchez. El pobre hombre que bajó del cielo al infierno para volver, más fuerte que nunca, al Palacio de la Moncloa. No sería su talento como político lo que lo llevaría a ser presidente, sino el oportunismo de aquel que aprovecha una moción de censura para lograr ser presidente sin los votos del pueblo.

Ojo, el Partido Popular cometió un delito y como tal, tenía que pagar las consecuencias. Sin embargo, Pedro el resistente aprovechó para hacerse presidente y no convocar elecciones, sino hacerse con el poder. Acabado el mandato de Rajoy por Sánchez, el mío suyo presidente, pues de facto gobernaba Mariano al ser sus presupuestos los que estaban en vigor, Pedro convocó elecciones.

Un viejo canto de sirena se oía de fondo “El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha anunciado este viernes que su formación apoyará un Gobierno «de cambio» que presida Pedro Sánchez y en el que él debe ser el vicepresidente”. Ojo, esto no es de antes de formar el Gobierno de Coalición, como pueden comprobar en el archivo de RTVE, es del año 2016.

Pedro, soberbio como siempre ha demostrado, dijo «no dormiría tranquilo» si Podemos estuviera en el Gobierno. Lo mejor de esta información, es el subtítulo de la noticia “El líder socialista ha vuelto a cargar contra Unidas Podemos, calificando de «inviable» su propuesta para formar un Gobierno de coalición”.

 

El príncipe comunista

Soberbio e insensato

Pedro Sánchez, pese a sus propios consejos, pactó con Unidas Podemos, ya que en lo que esperaba que fuera el éxito de su vida, al llevar al país a unas segundas elecciones para sacar una mayoría más amplía, se convirtió en una pesadilla que acabó con la pérdida de apoyos. Ahora es cuando pasamos de 2019 a 2016 “Pablo Iglesias, ha anunciado este viernes que su formación apoyará un Gobierno «de cambio» que presida Pedro Sánchez y en el que él debe ser el vicepresidente”.

El Príncipe Comunista había esperado pacientemente su oportunidad. Dos diputadas y un chalé más tarde, su poder en el seno del partido era absoluto, no obstante, su influencia había menguado por la pérdida masiva de votantes y veía en Pedro Sánchez el salvoconducto perfecto para el poder. [Cinismo]

Fue entonces, cuando aquel líder de la revolución que cambiaría España, quien encumbra los valores de la regeneración y limpieza en la política, reunió a su asamblea para dar a conocer sus propuestas estrella: supresión de salario y mandato. Han de saber una cosa, en las dictaduras comunistas, el líder es el líder hasta que muere. Nunca antes y nunca después puede ser sustituido.

 

Las normas son para todos los demás

Mientras el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, proclama el estado de alarma para que todos los españoles, sobre todo, aquellos que hayan estado en contacto con un posible contagiado de Coronavirus, nos quedemos en casa; nuestro aparentemente contagiado vicepresidente acude a la reunión del Consejo de Ministros. Y, posteriormente, saltándose de nuevo la cuarentena, acude a la Moncloa a dar una rueda de prensa junto al ministro de Sanidad, donde, como no puede ser de otra forma, aprovecha para dar lecciones de las que él no practica. [Deslealtad]

Fernando Simón sobre la cuarentena que incumplió Pablo Iglesias: «Si bien la norma general es la que es, hay excepciones razonables»

Así, y como es algo que parece interesar a todo el mundo, habla de la cacerolada contra el rey de España, tras su discurso para dar apoyo a la nación. La libertad de expresión está muy bien para todos los que no sean ellos mismos. Así, mientras que por un lado nuestro no-en cuarentena vicepresidente dice que la gente es libre de criticar al rey y dice respetar la libertad de expresión; por el otro lado encontramos titulares como “La ministra de Igualdad, Irene Montero, señaló al director de OKDIARIO, Eduardo Inda, como integrante de una «organización parapolicial y paraestatal» que atacaba a Podemos. Así, con nombre y apellidos, puso en la diana al director de este periódico justo un día después de que su compañero y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, instara a «meter en la cárcel» a los periodistas incómodos en un acto de su partido”. [Doblez].

 

Nunca un problema tan grande tuvo tan pocas consecuencias

Con la mala memoria política que tenemos los españoles, por favor, recordemos esto cuando vayamos a votar: Pedro Sánchez, sobre la marcha del 8M: «El Gobierno se ha adaptado a las recomendaciones de la ciencia».

Además, entre los manifestantes encontramos a “Irene Montero contagiada de coronavirus cuatro días después del 8M e Iglesias en cuarentena”. Bueno, ese subtítulo es incorrecto, en cuarentena cuando quiere, sino pues a dar un paseo a la Moncloa.

 

La ironía del que estaba en la oposición

Ahora, lo bueno que tiene todo esto es que “suponemos” se harán caso de sus propios consejos. En relación con la crisis del ébola que gestionó el Gobierno de Rajoy, Pablo Iglesias (entonces luchaba contra la casta) decía:

El caso del ébola es una muestra del coste que tienen los recortes y de la incompetencia del gobierno. Hay responsables, que den la cara.

Acabamos de pedir a la UE que se diriman responsabilidades políticas del gobierno español por el caso del #Ébola.

Mientras que nuestro flamante presidente, entonces en su primer mandato en el PSOE y antes de ser expulsado por los suyos, nunca olvidemos que lo echaron los suyos; espetaba:

Tras reunirme con los profesionales de la salud, exigimos a Rajoy que ponga fin al desgobierno en la crisis de ébola.

Rajoy es responsable de la crisis del #Ébola por poner a una irresponsable en Sanidad @sanchezcastejon #LimpiezaDemocratica.

Rajoy no es el Presidente del Gobierno, sino del desgobierno con la gestión que ha hecho de la crisis del #ébola @sanchezcastejon

Ana Mato está liquidada políticamente y su Gobierno ni está ni da explicaciones, asuman su responsabilidad @AHernandoVera #Ébola

Cualquier gobierno serio no mantendría ni un minuto más en su cargo a una ministra de sanidad como Mato @AHernandoVera #Ébola

 

 

Cuando todo pase, que pasará, el Príncipe Comunista estará casi a la altura del presidente, sino tiempo al tiempo. En su soberbia, Pedro Sánchez hace mal en no seguir sus propios consejos y en no romper una colación de un gobierno que es una OPA Hostil.

 

Javier Bustos Díaz | Experto en Comunicación Política