15-M Sí, caceroladas No ¿De qué depende una manifestación?

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Vivimos tiempos de crispación por la situación actual y miedo por no saber cuándo va a terminar esta crisis y qué será de nuestro futuro. Las diferentes cifras que aportan distintos organismos oficiales son realmente nefastas. El último en sumarse a estos datos negativos ha sido Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.

En su comparecencia, el pasado 18 de mayo, decía que “este año se registrarán previsiblemente los retrocesos del PIB más abultados desde la Segunda Guerra Mundial en el del conjunto de las economías avanzadas y desde la Guerra Civil en el caso de España”.

Vienen tiempos difíciles. Los que salimos al mercado laboral en plena crisis financiera, pensamos que ya la cosa no podría ser peor, y como se suele decir, nunca digas nunca.

Pero en aquellos años, de 2008 a 2014, surgió un movimiento conocido como 15-M. Aleix Romero (2015) define este fenómeno como “El 15 de mayo de 2011 fue el momento inaugural de un ciclo de protestas populares que toma a las medidas de austeridad económica y al inmovilismo político como sus principales bestias negras”.

Durante cuatro semanas ocuparon la Puerta del Sol como forma de protesta que se tradujo en 30 millones de pérdidas en los negocios del entorno.

 

Se inicia Podemos

De este fenómeno surgió un grupo político: Podemos. El movimiento, lejos de ser un partido al uso, tenía una dirección horizontal donde sus líderes compartían el poder y no lo concentraban en una sola persona: Bescansa, Errejón, Monedero, Alegre, González e Iglesias. Además, defendía que la política del momento no estaba a la altura. Hace seis años, se defendía la nacionalización de empresas, acabar con las puertas giratorias, reducir el salario de los políticos y acabar con la casta.

La casta, en palabras de Iglesias, son “los políticos convertidos en mayordomos de los poderes económicos” y aquellos que no se parecen a los ciudadanos. Por está razón, se defendía no cobrar más de tres salarios mínimos y parecía una ofensa cobrar más de 1.900 euros al mes.

 

 

De la calle al Congreso de los Diputados

Como cambian las cosas. De aquel partido solo queda un líder, Iglesias, que acumula todo el poder. De aquellas ideas no quedan ni las siglas. En este sentido, desde que en el año 2019 Unidas Podemos pasase a forma parte del Gobierno, Iglesias propuso suprimir limitaciones de salario y mandato en Podemos.

Sería el propio Ramón Espinar quien criticase este cambio de rumbo “Suprimir la limitación de salarios y de mandatos es amputar dos elementos centrales de la ética política sobre la que se fundó Podemos. Que los representantes deben vivir como los representados no es un argumento de quita y pon. Son principios. Qué deterioro. Qué pena”.

Y, además, 9 años después de aquellas manifestaciones critican a quien ahora hace uso de este derecho constitucional.

 

La manifestación depende de quien gobierne

Podemos y PSOE cargan contra las protestas de “pijos” y “cayetanos” contra el Gobierno en Madrid, titula la Vanguardia. Pablo Echenique, portavoz del grupo Unidas Podemos, publicaba en Twitter “Buenos días. Por muy ridículas que sean las «manifestaciones» de la clase alta, golpeando señales de tráfico con palos de golf y cucharas de plata, la cosa es seria. Una minoría privilegiada no puede saltarse las normas y ponernos en peligro a todos. Las autoridades deben actuar”.

Por cierto, lo que aparece en el vídeo de la manifestación no era un palo de golf.

Pero, en cualquier caso, causar pérdidas por valor de 30 millones de euros y poner en peligro la economía de muchas familias que dependían de sus ganancias en Sol, es lícito. Sin embargo, no puedes hacer una manifestación para criticar al Gobierno en la actualidad.

Un dato curioso, en las mismas fechas, en Pamplona se celebraba una concentración en favor de un preso de la organización terrorista ETA, Francisco Ruiz, el asesino de Tomás Caballero (concejal de UPN). Con el visto bueno del Gobierno según el diario el Mundo.

Es muy curioso esto de las manifestaciones. Más que el mensaje, parece que depende de quien las lleve a cabo.

Este artículo ha sido publicado en Periodista Digital

 

Javier Bustos Díaz | Experto en Comunicación Política