Hace algunas semanas, en el programa favorito de todos los españoles, Aló presidente, Pedro Sánchez parafraseando a John Fitzgerald Kennedy con el mítico «No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país», que pronunciaba el presidente americano en su investidura el 20 de enero de 1961.
En la versión española, Pedro Sánchez decía «Deberemos pasar del qué pueden hacer los demás por mí al qué puedo hacer yo por los demás». Por cierto, sin citar la fuente original, nunca está demás reconocer el trabajo de los demás.
Sin embargo, yo invito al presidente de Gobierno a que lea uno de los discursos con mayor calado del presidente norteamericano: Ich bin ein Berliner.
Kennedy y el discurso Ich bin ein Berliner
El carismático presidente de los Estados Unidos, en la Rudolph-Wilde-Platz de Berlín, el 26 de junio de 1963, pronunciaba un discurso que ha pasado a la historia como uno de los mejores de su carrera; y del que quiero destacar el siguiente párrafo:
Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende, o dice no comprender, cuál es la gran diferencia entre el mundo libre y el mundo comunista. Que vengan a Berlín. Hay algunos que dicen que el comunismo es el movimiento del futuro… ¡que vengan a Berlín! Y hay algunos que dicen, en Europa y en otras partes, que podemos trabajar con los comunistas… ¡que vengan a Berlín! Incluso hay unos pocos que dicen que es verdad que el comunismo es un sistema diabólico, pero que permite un progreso económico… Lass’ sie nach Berlin kommen! («¡que vengan a Berlín!»)
Creo que, teniendo en cuenta las palabras de Kennedy, quizás sería más adecuado parafrasear a otros presidentes.
Un mundo libre
Como decía Kennedy hay una gran diferencia entre el mundo libre y el comunista. Primero, el Gobierno empezó a censurar algunos medios de comunicación en las ruedas de prensa del Aló presidente. Claro que, ante el aluvión críticas recibidas, ya que todavía se puede criticar en nuestro país; tuvo que cambiar: “El Gobierno rectifica y permitirá preguntas directas de los periodistas” publicaba El País.
Ya, meses antes, asistíamos a los primeros intentos de censura cuando la ministra de Igualdad, Irene Montero, señaló al director de OKDIARIO, Eduardo Inda, como integrante de una «organización parapolicial y paraestatal» que atacaba a Podemos. Así, con nombre y apellidos, puso en la diana al director de este periódico justo un día después de que su compañero y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias; instara a «meter en la cárcel» a los periodistas incómodos en un acto de su partido.
Ahora, preguntan al pueblo a través del CIS si estarían contentos con la censura: ¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener la libertad total para la difusión de noticias e informaciones? Esto ha sido tan lamentable que socialistas, como Eduardo Madina; rebaten dicha cuestión preguntado ¿Cree usted que el derecho a la información y la garantía de unos medios de comunicación libres son principios democráticos fundamentales que deben seguir siendo protegidos por nuestra Constitución? En Twitter.
Fíjense lo que El Mundo lleva en su portada digital el 14 de marzo “El intento de Pablo Iglesias de tener más poder en el estado de alarma por el coronavirus retrasa el Consejo de Ministros”. “Los ministros de Unidas Podemos reivindican más margen de poder en la toma de decisiones sobre el Real Decreto”. Y lo que publicaba el Confidencial, el 17 de marzo “El Gobierno aprovecha el decreto del Covid para blindar a Iglesias en la comisión del CNI”.
Volviendo a Kennedy “Incluso hay unos pocos que dicen que es verdad que el comunismo es un sistema diabólico, pero que permite un progreso económico… Lass’ sie nach Berlin kommen! («¡que vengan a España!»)”
Javier Bustos Díaz | Experto en Comunicación Política
Este artículo ha sido publicado en Periodista Digital