Un planteamiento surge de estos tiempos de confinamiento: nada volverá a ser igual. Tras el ejemplo dado por sanitarios y sanitarias en particular y el conjunto de la población en general, desde el Gobierno se tiende la mano para abrir un nuevo tiempo en la política española. Estamos de acuerdo en algo: España necesita una nueva política.
Ahora bien, ¿pueden los líderes políticos actuales ofrecer esa nueva política? En mi opinión: NO. Una nueva política, por definición, requiere de nuevos líderes políticos; algo que no se va a producir.
Desde el Gobierno han dejado atrás la actitud de ruptura y de polarización, esa vieja política y han emprendido un nuevo camino. Claro que son los mismos que mediante la portavoz del Partido Socialista, Adriana Lastara, hace una semana; decían cosas tan constructivas sobre Pablo Casado como «vomitando mentiras y bulos«, «falso, desleal e indigno» y también argumentaba que era un «político inútil para los españoles«. Y hoy, en sede parlamentaria, Pedro Sánchez decía “una nueva forma de hacer política”.
Por cierto, todos nos acordamos de la lealtad de Pedro Sánchez en la oposición
Quizás, ahora, por aquello de que necesita el apoyo del Partido Popular, dicen que es la oposición la culpable y origen de todo mal; algo muy oportuno cuando quieres que alguien te apoye es insultar, creo que viene en el capítulo 1 del manual de negociar con éxito.
Así, como el PP no va a aportar nada, el Gobierno anuncia a través de su portavoz más elocuente, la ministra María Jesús Montero, que ha citado al líder de la oposición en la Moncloa sin decírselo al propio Casado previamente. Total, el Partido Popular se queja, sin embargo, luego hace lo que se le dice, así el Gobierno juega con ellos como quiere. Ahora, lo retrasan una semana, con suerte ya no será saltarse la cuarentena.
Aspectos esenciales de la viejenial política
Pablo Casado le decía a Pedro Sánchez en la Sesión de Control al Gobierno “Si quiere pactar algo, cosa que dudo, que sea en el Parlamento, con luz y taquígrafos”. Sería muy interesante, que el Pacto de la Moncloa 2.0 que propone el presidente no se convirtiera solo en una firma, sino que de verdad sirva de algo. Ahí, hay que darle la razón al líder de la oposición.
Es más, sobre los Pactos de la Moncloa yo diría que «algunos de los socios por decir algo o no socios del Gobierno creen que es el momento para cambiar el modelo constitucional o romper las reglas del juego», se estarán excluyendo y el líder del Gobierno «no debe ni puede tolerarlo». Seguro que alguno está pensando, palabras de Santiago Abascal o de algún otro líder de Vox, pues son de Felipe González. Ahí es nada.
Por supuesto, el CIS de Tezanos ha salido en riguroso rescate del presidente “El 87,8% de los españoles creen que los partidos deben apoyar al Gobierno y dejar las críticas para más adelante, según el CIS” titula El País. Es más, en este nuevo barómetro “Tezanos premia al PSOE con 3 puntos más que en las elecciones en plena crisis del coronavirus”.
Conclusión: incapacidad para llegar a acuerdos, uso politizado de instituciones y una imagen polarizada que se transmite, de forma casi idéntica, a la calle. Estos son los aspectos esenciales de la política «vieja» que aspira a ser «nueva».
Propuesta para una nueva política
1 Reforma del sistema electoral. Este aspecto es esencial. La Ley D’Hont está obsoleta y es hora de actualizarse. De igual modo, las elecciones deben asegurar que exista un presidente, no podemos perder un año en tener uno.
2 Los ministerios serán definidos en de acuerdo a las necesidades del pueblo ni no por las necesidades políticas. España tiene el Gobierno más caro de Europa por el mero hecho de que se han creado más ministerios que no eran necesarios. Tanto es así, que en durante el estado de alarma han desaparecido la mitad.
3 Los ministros, como mínimo, deberán de tener la formación necesaria para el puesto que ocupan. Locuras del tipo que el ministro de Sanidad sea médico.
4 Queda expresamente prohibido desdecirse con lo dicho en campaña. Pedro Sánchez juro, prometió y volvió a jurar que nunca pactaría con Esquerra Republicana de Cataluña, Podemos o Bildu. Pues eso, todos los políticos que se comprometan en campaña a aspectos concretos y no los cumplan, debería de perder su escaño directamente.
5 Los partidos políticos volverán a ser financiados de forma privada, eliminando de esa carga al pueblo de España.
6 Queda expresamente prohibido dar dinero a las televisiones. Cualquier tipo de financiación en este sentido será entendido como propaganda. Los medios han de ser libres y para ello, tienen que buscar financiación de aquel que no está en el Gobierno. Y poder ser igual de críticos con todos.
Javier Bustos Díaz | Experto en Comunicación Política
Este artículo ha sido publicado en Periodista Digital