Era un secreto a voces, no obstante, hasta que una realidad no se materializa no es bueno adelantarse a los acontecimientos. Inés Arrimadas ha hecho válido aquello de “no vender la piel del oso antes de cazarlo”. Ahora, ha ganado las primarias de Ciudadanos (Cs) a la presidencia de la formación naranja con un total de 9.481 apoyos (76,91%) frente a los 2.752 votos que ha sumado la candidatura de Francisco Igea, con un 22,32%, y los 94 apoyos conseguidos por Ximo Aparici, un 0,74% del total, según datos oficiales que aportan desde el propio partido.
Lo predecible sigue su curso natural y llegó el momento de hacer frente a la realidad de Ciudadanos. En este sentido, hay que asumir que el proyecto Ciudadanos se tambalea tras el batacazo electoral de las pasadas elecciones generales.
Inés Arrimadas y un partido en reconstrucción
Antes de reconstruir el centro liberal de España, Ciudadanos necesita definir su proyecto. En primer lugar, la formación naranja debe de recuperar su credibilidad. Este es un hecho fundamental a la hora de hacer frente al calendario electoral que se avecina.
Definir bien las líneas del partido tiene que ser la prioridad básica de la nueva líder. Hasta ahora, Ciudadanos ha ido dando tumbos, en muchos casos sin sentido; durante las campañas electorales. En mi opinión, este ha sido uno de los principales problemas que ha tenido el partido, y que se acabó materializando en un batacazo electoral sin precedentes.
Una mujer al frente
Personalmente, creo que este es un hecho significativo que no podemos dejar de destacar. Por fin una mujer alcanza la presidencia de un partido tan relevante como Ciudadanos. Además, lo hace dentro de un proceso bastante activo donde la participación ha aumentado en más de 25 puntos porcentuales respecto al anterior celebrado en 2017, llegando a un total de 12.328 votos y un 59’5% de los afilados, de un censo total de 20.713. El voto telemático ha sido elegido por el 58’41% de los militantes, mientras que la votación presencial en urna ha sido elegida por el 1,11% del total.
Ojalá cada vez más mujeres ocupen puestos de esta magnitud dentro del panorama político español.
