Política de guerra para tiempos de paz

Guerra

Sin ser una guerra, la mayoría de los políticos han coincidido a la hora de emplear un lenguaje bélico a la hora de describir la pandemia. El enemigo es la COVID19 y tenemos que luchar para erradicarlo. Sin embargo, viendo las distintas intervenciones en el Congreso de los Diputados, parece que el coronavirus es solo otro elemento más para echarse en cara unos a otros. Corrupción, enchufismo, deslealtad y así podríamos rellenar bastantes páginas de este artículo.

No, no es una guerra y no, no sirve de nada echarse cosas en cara cuando hablamos de víctimas, sean de la edad que sean, del género que sean y de la clase social que sean. No son un asiento contable de una asesoría, hablamos de seres humanos que han perdido la vida y eso es irremplazable. La única guerra que se ha librado en nuestro país es la de la incompetencia y la lucha de poder a cualquier precio.

Salvo que desacrediten a todos los organismos internacionales, sabemos que sí se podía haber hecho algo más. El 30 de enero, no el 20 de marzo o el 1 de abril, la Organización Mundial de la Salud decretó el estado de alerta global por el coronavirus. Este mismo aviso se sucedió el 24 de febrero y el 28 de febrero, pero en está ocasión ya advertía a España que se preparase para la pandemia. El 2 de marzo fue la Unión Europa quien lo advirtió.

Todos nos advirtieron de la que se nos venía encima y ¿qué hizo el Gobierno de España? Nada, pues aquí no tendríamos problemas, incluso viendo que Italia estaba ya sumida en una crisis sanitaria sin precedentes.

 

Consecuencias inevitables

La falta de acopio de material y de medidas nos han llevado a ser el país con más sanitarios contagiados del mundo según el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades. Además, somos el sexto país del mundo en número de muertes por COVID19 y el tercero en la Unión Europea, según el informe de la Johns Hopkins University, el de verdad no el que citaba el presidente que era falso.

Guerra OCDE
Fuente | OCDE

Y ahora nos advierten de una crisis económica sin precedentes

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha sido muy clara en sus previsiones. “Se proyecta que la economía se contraiga en un 14.4% en 2020 en un escenario con un segundo brote de virus más adelante en el año, y en un 11.1% en un escenario suponiendo que la pandemia disminuya en el verano. La recuperación posterior en 2021 será más lenta en el primer caso, al 5%, en comparación con el repunte del 7,5% en el escenario de impacto único, dados los efectos más persistentes en los mercados laborales y la situación financiera de las empresas y los hogares”.

Y advierte “En ambos escenarios, la caída de la demanda interna, debido a la destrucción del empleo y el cierre de la actividad, es el factor clave de la contracción. La caída de la demanda externa, especialmente en los servicios turísticos, también tendrá un gran peso en la economía en 2020”.

El Banco de España ya informó de una caída del PIB en 2020 del 9,5% y del 12,4%, respectivamente. Al mismo tiempo que el gobernador, De Cos, espetaba a eliminar gastos superfluos y poco eficientes para ajustar el gasto público. Al mismo tiempo, desde la entidad se han dado a conocer hoy que la deuda de las Administraciones Públicas según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE), alcanzó a finales de marzo de 2020 un saldo de 1.224 mm de euros.

Utilizando el PIB nominal acumulado de los últimos cuatro trimestres, la ratio deuda/PIB se situó en el 98,9% en el primer trimestre de 2020, 3,5 puntos porcentuales más que a finales de 2019. La tasa de crecimiento del saldo de deuda fue del 2,3% en términos interanuales.

 

¿Qué medidas se están se llevando a cabo?

Pues en una semana han sacado adelante la tasa Google y la tasa Tobin. Es decir, impuestos sobre las grandes empresas y las transacciones en la bolsa. Eso conlleva un aumento en la pérdida de confianza de los inversores, así como de fuga de capitales hacia otros países.

Todo esto en el contexto del cierre de grandes fábricas como la Nissan. Al mismo tiempo, se toman medidas contradictorias como la creación de 14 comisiones y subcomisiones, la creación de puestos a dedo, como el de Ignacio Carnicero o se colocan a “viejos amigos” en los consejos administrativos de eléctricas.

La ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, defiende el Proyecto de Ley del Impuesto sobre las Transacciones Financieras.
La ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, defiende el Proyecto de Ley del Impuesto sobre las Transacciones Financieras.

Mientras el Congreso sigue a ritmo…

Viendo las sesiones parlamentarias parece que esta situación descrita no es la de España. El PSOE vive en una lucha de poder constante con Unidas Podemos por ver quien es más feminista. Al mismo tiempo, el Gobierno solo hace anuncios de subidas de impuestos, eso sí, a los ricos, como medida económica. Por otro lado, somos el país con el ejecutivo más caro y este solo aumenta su tamaño. ¿Qué pasará si la Unión Europa dice que tenemos que recortar en ministerios para recibir las ayudas? ¿Será el final de la coalición?

Finalmente, y esto es lo preocupante, la mayoría de las acusaciones entre unos partidos y otros se hacen en forma de bloques para crear bandos. Es un error. Las decisiones no la toman la derecha o la izquierda, la toman personas cuyos intereses ocultos dictan mucho de su ideología.

Fíjense en el caso de Pablo Iglesias. El mismo se definía como de “extrema izquierda”, pueden consultar la hemeroteca. Al mismo tiempo, incitaba a los escraches, que no eran otra cosa que jarabe democrático. Ahora, en su casa vip en una zona de lujo, pide a la Guardia Civil que le haga las veces de escolta, pues tiene miedo de recibir los escraches que un día alababa. Al igual que ha colocado a un miembro de Unidas Podemos en Enagás, haciendo uso de esas puertas giratorias. ¿Algo de eso es de izquierdas? Pues yo, humildemente, creo que no.

El interés particular por encima del general es lo que marca la agenda política de nuestro país. Eso sí, la culpa de todo esto es de la extrema derecha y del fascismo de los partidos que solo quieren dar un golpe de estado “aunque no se atreven”. Lo dice el que está en el Gobierno siendo el cuarto partido con más escaños.

Pedro-Sánchez-Congreso-de-los-Diputados
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contesta a las preguntas de los diputados en la Sesión de Control al Gobierno

…España se hunde

Y con esta actitud los malos presagios se harán realidad. El PIB caerá a niveles históricos y la Unión Europea nos tendrá que rescatar. Los sanitarios y sanitarias, que tanto han dado por nuestro país, verán como les recortan el sueldo, al igual que el resto de los funcionarios. Pero la culpa será de un bando o de otro, pues nadie asume responsabilidades.

No estamos buscando la forma de atraer industria y sí estamos creando el ambiente necesario para que las empresas se vayan. No estamos poniendo las bases necesarias para una buena educación, pues a 12 de junio no hay un plan educativo para el curso que viene. Los sanitarios siguen advirtiendo de la falta de material y la deuda pública no deja de subir.

Los políticos siguen cobrando dietas mientras que muchas personas siguen sin ver un euro de su ERTE. Y la culpa es de alguien que no sea el Gobierno, pues eso sería hacer autocrítica y no va con nosotros.

Cuando nos rescaten, que nos rescatarán, dirán aquello de “capitán a posteriori”, mientras que tendrán que seguir aumentando la deuda para pagar un paro hasta ahora nunca visto. España necesita modernizarse, acometer reformas a todos los niveles para acabar con la excesiva burocracia, con la falta de empleos de calidad y con un sistema administrativo demasiado engordado, que ya va siendo hora de poner a dieta.

Son tiempos de paz que requieren de políticos de altura y no crispados para salir de esta crisis.

 

 

Javier Bustos Díaz | Experto en Comunicación Política