Sin noticias de Holanda

Holanda

Déficit, deuda, prima de riesgo, recortes eran palabras con las que convivíamos en 2008. Ahora, nuestro vocabulario se ha visto ampliado por dos nuevas: fondo de rescate y Holanda. Y aquí comienzan los problemas.

Cuando comenzó la crisis del coronavirus, todos los países de la Unión Europea daban por hecho que habría que llevar a cabo un esfuerzo histórico equivalente al Plan Marshall. Los meses han pasado y la agenda apremia y desde el pasado 17 de julio, los líderes europeos discuten la mejor estrategia para poner en marcha el Fondo de Rescate.

Aunque todos están de acuerdo en la importancia que tiene esta hazaña para el devenir de la propia Unión Europea, existen diferencias notables en las formas de materializar dichas ayudas.

En resumidas cuentas, nos encontramos con dos grandes bloques: aquellos que quieren ayudas directas y a fondo perdido, y los que quieren condiciones.

 

España, Holanda y un problema estructural

En primer lugar, y esto es algo que se ha extendido de forma errónea, los mal llamados países frugales, con Mark Rutte a la cabeza, no están en contra de ayudar a sus socios europeos, lo están en las formas.

Valoren una cuestión, España lleva 3 años consecutivos incumpliendo el déficit con Europa, al mismo tiempo que ha aumentado el gasto. Los países frugales, en contraposición, siempre cumplen con el déficit. Ergo, ¿cómo se van a fiar de nosotros?

Lo que propone Mark Rutte es bastante sencillo: ayudas sí, pero con condiciones. Mientras que en la mayoría de los países de la eurozona el paro no supera el 5%, en España el paro estructural es del 15%. Además, tenemos la tasa de temporalidad más elevada de la Unión Europea.

A esto hay que sumarle la volatilidad del Gobierno de España. Para la Unión Europea la reforma laboral es uno de los grandes pilares sobre los que se fundamentará la recuperación económica. Sin embargo, este Gobierno negoció su derogación con EH Bildu a cambio de 5 votos.

Por estas razones, nos condicionan las ayudas a la aplicación de reformas que vengan a cambiar el devenir del mercado laboral español. La idea sobre la que se fundamenta las políticas de ayudas de los países frugales es hacer de España un país más competitivo ¡qué locura!

Pedro Sánchez cumbre eurogrupo
Pedro Sánchez llegando a la cumbre del Eurogrupo. Foto | European Union

Menos impuestos para España y más para Holanda

La mejor forma de entender la indignación del resto de países de la zona euro con nosotros es la siguiente: cambiando los actores de sitio. Fíjense, en el supuesto de que España fuera uno de los países más ricos de la zona euro y de los que mejor hubiera gestionado la crisis, nosotros seríamos los que financiaríamos ese fondo de rescate. Habría que poner mucho más de lo que se recibe. ¿Cómo se haría eso? Pues bien, en ese caso, para que Holanda pudiera seguir con sus políticas desastrosas España tendría que subir los impuestos a su población. La cosa cambia un poco ¿verdad? Pues básicamente es lo que sucede, pero cambiando los actores.

Miren, según los datos que recoge el BBVA España tiene actualmente una de las tasas de sustitución más elevadas de los países de la OCDE y que para un salario medio es del 80%. Es decir, la cuantía de la pensión supondría en media un 80% del salario anterior a la jubilación. Según datos de la propia OCDE y teniendo en cuenta el esquema de pensiones obligatorio, la tasa media de los países pertenecientes a esta organización se sitúa en niveles del 52%. En concreto, en el caso de Holanda es del 20%, un 60% menos que nosotros.

Parece lógico que desde el resto de los países nos inviten a modernizarnos. Ser parte de Europa no es solo ser beneficiario de ayudas, sino también partícipe de las reformas. Poder prepara al país para que el día de mañana seamos nosotros quien aporte al fondo de recuperación. Y entonces, al igual que ahora, exigiremos reformas y seguros que avalen que nuestro dinero no se va a perder.

 

El sentido de crear fondos de ayuda

El diario El Español recoge una de las declaraciones más significativas del Gobierno de Mark Rutte a cuenta del rescate. En este sentido, Holanda “recuerda que el Eurogrupo ya aprobó a principios de abril un primer plan de rescate por valor de 540.000 millones de euros. Y le sorprende negativamente que ni España ni Italia hayan solicitado ayuda al fondo de rescate de la UE (MEDE), pese a que ambos países negociaron duramente para que no hubiera condicionalidad de ningún tipo si el dinero va a sanidad. España podría acceder a 24.900 millones de euros, pero Sánchez se niega por el «efecto estigma» de un rescate”.

 

Todos somos Europa hasta que llegan los problemas.

 

 

Javier Bustos Díaz | Experto en Comunicación Política